Un arcoíris de esperanza a cambio de sonrisas
Mirta Sotier tiene 50 años. Hace 10 creó junto a tres compañeras Arco Iris: una ONG sin fines de lucro que trabaja con niños que padecen cáncer. Su familia se compone por su esposo Sergio y sus hijos Milton y Elías. “Milton partió al cielo, pero está permanentemente con nosotros, nunca se fue”. Su pasión por la asociación y el entusiasmo por ayudar a las personas, denotan su amor infinito. Brindar colaboración a cambio de miles de sonrisas, invitan a conocer su historia. Mirta Sotier (remera verde) junto a una voluntaria en Nogoyá Arco Iris comenzó a funcionar en septiembre de 2007, en conjunto con dos docentes de enseñanza especial. Mirta hacía muy pocos años que había perdido a su hijo Milton a causa de cáncer. En ese momento, una de sus compañeras le comentó una idea que tenía para crear la organización. Arco Iris comenzó a funcionar en la sala de oncohematología del Hospital Materno Infantil San Roque. Luego, lograron obtener el alquiler de una casa , a la que